La felicidad radica, ante todo, en la salud.
(George William Curtis)

La salud es la unidad que da valor a todos los ceros de la vida.
(Bernard Le Bouvier de Fontenelle)

No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.
(Benjamin Franklin)

La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia.
(Françoise Sagan)

Cáncer de páncreas


El páncreas

El páncreas es un órgano perteneciente al aparato digestivo. Está situado en la región superior y posterior izquierda del abdomen. Se localiza por detrás del estómago y por delante de la columna vertebral, estando en contacto directo también con el intestino delgado y el hígado.

Tiene forma ligeramente alargada, y está colocado horizontalmente. La zona más estrecha se sitúa a la izquierda y ligeramente más alta que la zona más ancha.

En este órgano se distinguen tres zonas principalmente:

Cabeza: es la parte más gruesa, está situada a la derecha, colocada por detrás del hígado y rodea parcialmente al duodeno (primera porción del intestino delgado).
Cuerpo: situado por detrás del hígado e intestino delgado.
Cola: es la parte más estrecha y está a la izquierda, en contacto con la cara posterior del estómago y con el bazo.

El páncreas es una glándula, constituida por lobulillos que se agrupan entre sí, desembocando en pequeños conductos.
Participa de forma fundamental en los procesos digestivos del cuerpo, ya que se encarga de elaborar y secretar al tubo digestivo gran cantidad de enzimas y sustancias necesarias para el proceso de digestión y absorción de los alimentos.

Esta función de síntesis de las diferentes sustancias que forman las secreciones digestivas la ejercen la mayor parte de las células pancreáticas. Posteriormente estos jugos pancreáticos son conducidos a través del conducto secretor, hasta un conducto común al que también derivan las secreciones de la vesícula biliar, para llegar finalmente al intestino.

Entre estas estructuras lobulillares, se encuentran repartidos grupos especiales de células llamadas “islotes de Langerhans”. Constituyen, aproximadamente, un 5 por ciento del total de células del páncreas, y su función es la síntesis de hormonas como insulina, glucagón, y somatostatina.

Estas sustancias pasan directamente a la sangre y son necesarias para el metabolismo de los nutrientes, y sobre todo para mantener los niveles adecuados de glucosa, que es la fuente de energía esencial de nuestro cuerpo.

Debido a su localización, el páncreas está en contacto con gran cantidad de vasos sanguíneos y linfáticos, así como de estructuras nerviosas; no sólo propias, sino también de los órganos que le rodean.

¿Qué es el cáncer de páncreas?

Nuestro organismo está constituido por órganos y estos a su vez por un conjunto de células, que se dividen de forma regular con el fin de reemplazar a las ya envejecidas o las que se van muriendo y mantener así la integridad y el correcto funcionamiento de los distintos órganos.
Este proceso está regulado por una serie de mecanismos que indican a la célula cuando comenzar a dividirse y cuando permanecer estable o cuando debe morir.

Si estos mecanismos se alteran en una célula, esta y sus descendientes inician una división incontrolada que con el tiempo dará lugar a un tumor o nódulo.

Cuando estas células, adquieren la facultad de escapar a los mecanismos de control del organismo e invadir tejidos y órganos de alrededor (infiltración) y de trasladarse y proliferar en otras partes del organismo (metástasis) se denomina tumor maligno, que es a lo que llamamos cáncer.

Este tumor maligno puede crecer de varias maneras:

Crecimiento local: el crecimiento local de las células tumorales destruye progresivamente el páncreas pudiendo provocar una obstrucción de los conductos secretores. Según progresa el tumor, puede llegar a invadir otros órganos o estructuras cercanas como vía biliar (colédoco que va desde el hígado y vesícula biliar hasta el intestino), estructuras digestivas (estómago, duodeno, colon), bazo, grandes vasos y columna vertebral.

Diseminación linfática: el cáncer de páncreas suele diseminarse de forma precoz a través de los vasos linfáticos. La diseminación por esta vía se realiza de forma ordenada, afectando primero a los ganglios más próximos y posteriormente a los más alejados.

Diseminación hematógena: esta diseminación se produce a través de los vasos sanguíneos preferentemente hacia el hígado, y con menor frecuencia hacia los pulmones.

¿Qué lo produce?

Un factor de riesgo es cualquier agente que incrementa el riesgo de padecer una enfermedad determinada, es decir, la persona expuesta a este factor posee más probabilidades de padecer dicha enfermedad.

Se conocen diversos factores que tienen relación con el cáncer de páncreas. Entre ellos destacan:

Edad: como en la mayoría de los tumores, a edad más avanzada mayor es el riesgo, tanto en hombres como en mujeres.
Sexo: los hombres poseen una tasa de cáncer pancreático mayor que las mujeres.
Raza: es más frecuente en personas de raza negra que en individuos de raza blanca.
Dieta: una alimentación rica en carne y grasas de origen animal y pobre en frutas y verduras parece incrementar el riesgo de padecer este cáncer.
Tabaco: es el factor más importante. Los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de páncreas. Al menos un 30% de los cánceres de páncreas son debidos al tabacoy existe una relación causal entre el número de cigarrillos y el riesgo de desrrollar este cáncer.
Ocupaciones laborales: los trabajadores en contacto con petróleo y sus derivados, así como con pesticidas (principalmente DDT) presentan mayores cifras de este cáncer.
Factores genéticos: el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas está aumentado en algunas familias en las que existen antecedentes de este cáncer. Existen una serie de enfermedades hereditarias que poseen un riesgo incrementado para el cáncer de páncreas. Un 10% de estos tumores son debidos a factores hereditarios.
Antecedentes de cirugía de estómago: las personas con exéresis total o parcial de estómago (gastrectomía) presentan un riesgo mayor de cáncer pancreático.
Enfermedades benignas: el padecimiento de algunas enfermedades benignas se asocia con un incremento en el riesgo de presentar cáncer pancreático:
La pancreatitis crónica o inflamación crónica del páncreas se asocia a un incremento del riesgo de tener este tumor. Parece existir algún tipo de alteración genética que predispone a los miembros de algunas familias a padecer esta enfermedad.
La existencia de diabetes mellitus de larga evolución parece tener relación con el cáncer de páncreas, aunque no se ha podido establecer una relación concreta entre ambos padecimientos.

Síntomas

En la fase inicial de la enfermedad, el cáncer de páncreas puede no llegar a producir ningún tipo de síntomas.

En la mayor parte de las ocasiones, el cáncer se diagnostica cuando los síntomas obligan al paciente a acudir al médico. Dependiendo de la localización del tumor los síntomas pueden variar aunque generalmente son síntomas inespecíficos.

Los más frecuentes en este tipo de cáncer son:

Pérdida de peso: puede ser importante, y habitualmente es debida al déficit de absorción de nutrientes. Se suele acompañar con frecuencia de anorexia (pérdida de apetito), alteraciones en las deposiciones (diarrea) y astenia (cansancio).

Dolor: generalmente se manifiesta como un dolorimiento sordo en la región superior del abdomen (epigastrio), con episodios de agudización tras la ingesta o estando acostado. Es característica su irradiación hacia la espalda como si fuera un cinturón.

Obstrucción del conducto biliar: cuando el tumor está situado en la cabeza del páncreas puede llegar a impedir la eliminación de las sales biliares producidas por el hígado al intestino. La retención de dichas sales provoca el aumento de la bilirrubina. Esta sustancia es un pigmento que impregna los tejidos al aumentar sus niveles en sangre, por lo que se produce ictericia (coloración amarillenta de piel y conjuntiva ocular), pudiendo provocar un prurito (picor) intenso.
Habitualmente la bilirrubina se elimina por el tubo digestivo dando color a las heces. Cuando aparece una obstrucción del conducto biliar la bilirrubina se elimina por el riñón, por lo que la orina puede volverse oscura y las heces pierden color (heces claras).
Náuseas y vómitos: se producen como consecuencia de la obstrucción intestinal provocada por el crecimiento de los tumores localizados en la cabeza pancreática.
Otros síntomas que pueden acompañar a este tumor son digestiones pesadas e hinchazón abdominal por acúmulo de líquido en el abdomen (ascitis).

Según los casos y la localización del tumor, en ocasiones el cáncer puede manifestarse como:

Pancreatitis aguda: al obstruirse los conductos de secreción de los lobulillos, puede provocar una inflamación aguda del páncreas.
Diabetes mellitus: gran parte de los pacientes con cáncer de páncreas, presentan una alteración del metabolismo de la glucosa, que en ocasiones acontece meses antes del diagnóstico del tumor.

Es importante que sepa que estos síntomas también pueden aparecer asociados a otras enfermedades distintas al cáncer. Sin embargo, ante la aparición de cualquiera de ellos, es fundamental que acuda a su médico para que se realice el diagnóstico y tratamiento oportuno.

Antes de asumir que tiene una enfermedad grave, espere a conocer el resultado de las pruebas.

Diagnóstico

¿Es posible el diagnóstico precoz?

En el momento actual, no existen pruebas útiles que permitan realizar el diagnóstico precoz del cáncer de páncreas en la población general (aparentemente sana y sin síntomas).

¿Cómo se diagnostica?

Como en cualquier consulta médica, es fundamental realizar una historia clínica del paciente. Tras ello, y después de una adecuada exploración y en función de los síntomas y problemas que plantee el paciente, se suelen realizar una serie de pruebas complementarias.

En primer lugar se solicita un análisis de sangre, que permite valorar el estado general de salud.

El médico valorará la necesidad de completar el estudio con otras pruebas. Las más habituales son las siguientes:

Ecografía abdominal: el ecógrafo emite ondas de ultrasonido que rebotan en los tejidos y son recogidas por la sonda. Permite apreciar la existencia de lesiones sólidas o quísticas y si hay afectación de otras estructuras vecinas.
Esta prueba se realiza colocando la sonda del ecógrafo sobre el abdomen. No es una prueba dolorosa y dura entre 10 y 15 minutos.

Escáner o TC (Tomografía Computerizada): el escáner permite obtener múltiples imágenes del paciente que son combinadas y procesadas en un ordenador para dar lugar a nuevas imágenes en las que se visualizan de forma muy precisa todos los órganos.Es una prueba de gran importancia a la hora de tomar decisiones en el tratamiento, sobre todo para valorar la posibilidad de cirugía.
También resulta muy útil para conocer la extensión del tumor a órganos vecinos y la afectación o no de los ganglios linfáticos.
Dura aproximadamente 20- 30 minutos, y no provoca dolor. Lo que es necesario es que la persona permanezca inmóvil sobre la camilla del escáner durante su realización.

Resonancia Magnética (RM): se trata de una prueba muy similar al escáner pero las imágenes se consiguen empleando campos magnéticos. Permite ver con mayor claridad, precisión y contraste cualquier alteración existente, sobre todo en algunos órganos o tejidos de densidad similar.

Colecistopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE): Mediante la introducción por la boca de un tubo largo y flexible, el especialista puede ver directamente el interior del esófago, estómago, y la primera porción de intestino delgado. El endoscopio llega hasta el conducto secretor procedente del páncreas y vía biliar, permitiendo que el endoscopista haga una valoración del estado del mismo e incluso realizar un cepillado o biopsia que permiten estudiar las características de las células .

¿Qué más pruebas pueden ser necesarias?

Otra prueba que en determinados casos puede ser necesaria es la laparoscopia. Consiste en realizar unas pequeñas incisiones o cortes en la pared del abdomen que permiten introducir el endoscopio en la cavidad abdominal y observar directamente todos los órganos (hígado, intestino, páncreas…) y determinar la extensión del tumor.

Esta técnica quirúrgica requiere anestesia general por lo que es necesario que el paciente ingrese en el hospital. Generalmente se puede ir de alta 24-48 horas tras la intervención.

Biopsia: Si el médico observa, durante la realización de la endoscopia o de la laparoscopia, una lesión sospechosa, procederá a extraer una pequeña muestra de tejido de dicha zona. Esta pequeña cantidad de tejido deberá ser estudiada por un anatomopatólogo (médico especialista en el estudio de los tejidos al microscopio) para poder emitir un diagnostico confirmando o descartando la existencia de un cáncer. Esta prueba es imprescindible para obtener un diagnóstico de certeza.

A veces se pueden solicitar marcadores tumorales. Son sustancias que generalmente se determinan en sangre y cuya elevación por encima de lo normal se ha relacionado, en ocasiones con la presencia de este tumor. Puede ser útil para el diagnóstico cuando se realiza en combinación con otras pruebas. Por si solos, no permiten confirmar o descartar el diagnóstico de cáncer de páncreas.

¿Qué hacer para disminuir el malestar asociado a la realización de las pruebas médicas?

Las pruebas necesarias para obtener un diagnóstico preciso de cáncer de páncreas pueden resultar ligeramente molestas y algunas de ellas en ocasiones difíciles de tolerar.

Algunas recomendaciones para que resulte más fácil la realización de estas pruebas son las siguientes:

Acuda acompañado. Charlar con una persona cercana le ayudará a estar más tranquilo.
Pídale a su médico que le explique lo que va a pasar. No se deje llevar por su imaginación.
Céntrese únicamente en lo que ocurre en cada momento.
Utilice alguna técnica de relajación antes y durante la realización de la prueba.
Si está nervioso, coménteselo a su médico. Puede darle alguna medicación para reducir la ansiedad ante esa situación.

El estar tranquilo, relajado, seguir las instrucciones del especialista y eliminar de la mente pensamientos negativos puede ayudarle a tolerar mejor las pruebas.

¿Qué tipos hay?

Cáncer de páncreas exocrino:

Las formas más habituales de cáncer de páncreas exocrino son los adenocarcinomas. Constituyen la gran mayoría de los tumores de este órgano (más del 95 %). Afectan a las células encargadas de la elaboración de los jugos digestivos y se localizan más frecuentemente en la zona de la cabeza pancreática.

Son mucho menos frecuentes los tumores del cuerpo y aún más infrecuentes los situados en la cola pancreática.

Son muy raros otros tipos de cáncer como linfomas y sarcomas.

Cáncer de páncreas endocrino:

Se consideran aparte los cánceres que afectan a las células en las que tiene lugar la síntesis de sustancias hormonales. Estos son mucho más raros (insulinomas, glucagonomas...) Poseen un curso diferente al resto de tumores pancreáticos, tanto en los síntomas como en el diagnóstico y tratamiento.

Fases o etapas

Para determinar el tratamiento más adecuado para cada caso de cáncer de páncreas, es importante clasificar el tumor y determinar en qué fase se encuentra.

El sistema que con mayor frecuencia se emplea para su clasificación es el TNM. Estas siglas hacen referencia a tres aspectos del cáncer: la T se refiere al tamaño del tumor, la N a la afectación de los ganglios linfáticos y la M a la afectación o no de otros órganos.

En función de estos aspectos, la enfermedad se agrupa en las siguientes etapas o estadios:

Estadio I: el tumor afecta sólo al páncreas.
Estadio II: el tumor afecta al duodeno o a la vesícula biliar, pero no a ganglios linfáticos.
Estadio III: en esta etapa el tumor afecta alos ganglios linfáticos independientemente de su tamaño.
Estadio IV: el cáncer se ha diseminado afectando a otros órganos como estómago, colon, hígado o más infrecuentemente pulmón.

Esta clasificación puede simplificarse en función de las posibilidades de extracción quirúrgica del tumor:

Estadio local: el tumor es potencialmente curable con cirugía.
Estadio locorregional: la invasión de grandes vasos o la afectación de los ganglios impiden la cirugía, por lo que es preciso aplicar otras modalidades de tratamiento como la quimioterapia y/o radioterapia.
Estadio diseminado o metastásico: al existir afectación de otros órganos alejados del tumor no está indicada la cirugía y se debe plantear otro tipo de tratamiento, que variará en función del estado del paciente.

Elección del tratamiento

Una vez confirmado el diagnóstico de cáncer de páncreas y tras realizar las pruebas necesarias para conocer en qué fase está la enfermedad, se debe determinar cuál es el tratamiento más adecuado.

El especialista recomendará y explicará las posibilidades de tratamiento más adecuadas a su caso, para que una vez que haya recibido la suficiente información pueda, junto con su médico, tomar una decisión.

El plan de tratamiento del cáncer de páncreas es multidisciplinario y se basa en una serie de normas y pautas (protocolo), establecidas por cada hospital basándose en la experiencia clínica.

Estos protocolos, recogen las indicaciones o limitaciones de tratamiento en función de una serie de factores:

Fase en la que se encuentra la enfermedad (TNM).
El tipo de célula que forma el tumor.
Edad del paciente.
Probablemente, el médico también tendrá en cuenta, si además del cáncer de páncreas, existen otras enfermedades importantes que puedan dificultar la realización de algún tratamiento específico.

Por tanto el tratamiento propuesto por el especialista no va a ser el mismo en todos los pacientes.

Los tratamientos más frecuentemente empleados en el cáncer pancreático son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Independientemente de estos, el médico se encargará de tratar específicamente aquellos síntomas que presenta el enfermo.

En los siguientes apartados se describen cada uno de ellos tratando de explicar en qué consisten, qué efectos adversos producen y cuáles son las recomendaciones para minimizarlos.

12 comentarios:

  1. muy buena la informacion ya que mi padre le encontraron un nodulo en el pancreas
    gracias
    katy

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  2. qe bien esta esta pagina, voy a sacar un 10 en el trabajo :D

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  3. Muy buena información a mi suegra le detectaron cáncer de páncreas y ya está comprometido el duodeno y los síntomas son los que aparecen en esta página. Gracias por aclarar en un vocabulario que podamos entender,a veces los médicos manejan un vocabulario,que si bien es científico, deja a los familiares que reciben esta triste noticia sin saber de qué nos están hablando. Nuevamente gracias.

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  4. Hola,soy hombre de 59 años y me han detectado un nodulo en la cola del Pancreas de 1.5cms. Ya me hicieron ultrasonido y tomografia pero aun no hay diagnostico definitivo. Estoy algo nervioso pues temo que sea cancer y se que no hay mucha esperanza de vida. y debo agradecer a esta pagina informativa que me haya aclarado algunas dudas que el medico dejo sin respuesta. No cabe duda que la comunicacion por este medio es maravillosa.Mil gracias

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  5. Gracias por toda la informacion, tengo 44años, despues de ver que tengo la bilirrubina muy alta y no baja me hicieron una ecografia en noviembre de 2013, descubriendo un nódulo en el pancreas, de momento me van a repetir la ecografia en febrero de 2014, estoy nervioso y no se si se puede tener un nódulo que no sea maligno y no pase nada, ya se verá.

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  6. Gracias por su información, es muy clarificadora. Mi abuelita tiene diagnosticado cáncer de páncreas desde hace tres años, pero comienza a presentar algunos de los síntomas que la página describen con puntualidad. Aún no sabemos con exactitud las causas, pero esta información nos ofrece un panorama sobre las posibilidades, es muy importante para pacientes y familiares contar con información clara y precisa. Gracias, sin darse cuenta hacen una labor social muy valiosa.

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  7. Gracias por la información. Esta es muy clara. A mi tía-madre,actualmente de 77 años, le detectaron en la cabeza del páncreas un tumor. hace cinco años, seguimos acompañándola y luchando con ella. Fuerza, confianza y esperanza no deben perderse.

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  8. Muy buena y completa esta información. Desearía saber si la ubicación del nódulo, lo hace más riesgoso, ejemplo en el tercio medio con grasa mesentérica adyacente. Mide 23x24mmx10UH. Muchas gracias.

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  9. Por favor me pueden decir que significa cuando en la patología aparece que un ganglio linfático esta comprometido por adenocarcinoma con extension extracapsular

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  10. se me descubrio por debut de glucemia elevada y el medico en la sengunda visita me , indico el analisis de ca 19.9 y el resultado dio 88 porciento y ahora me mando a realizar tac de pancreas y vias biliares , no tengo miedo , solo pienso en una cirugia para salir de este problema , sera asi ,gracias por dejar escribir , tengo 54 años fumador y comidas con muchas grasas y carnes rojas , pocas verduras , bueno agradecido

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  11. Hola.me operaron de un cancer de utero y ahora me aparece un nodulo en el pancreas estoy muy preocupada por que me tengo que intervenir nuevamente... me sale los contadores tumorales normales y en la bioxia no me salen ganglios comprometidos.. me siento muy asustada... me ayudan con algun consejo✌👐

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