La felicidad radica, ante todo, en la salud.
(George William Curtis)

La salud es la unidad que da valor a todos los ceros de la vida.
(Bernard Le Bouvier de Fontenelle)

No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.
(Benjamin Franklin)

La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia.
(Françoise Sagan)

Aparato respiratorio.




El aparato respiratorio está formado por: boca, nariz, faringe, laringe, tráquea y pulmones, éstos a la vez, se subdividen en: bronquios, bronquiolos y alvéolos.


La boca, nariz, faringe y laringe hacen el trabajo de simples conductos por donde pasa el aire que respiramos hasta los pulmones, lo calientan, humedecen y limpian, limitando su importancia a este trabajo mecánico, aunque sabemos que sus límites están muy lejos de este comentario.


Los pulmones son un órgano par, esponjoso y ligero situado en el tórax, que constituye el componente principal del aparato respiratorio. En los dos pulmones, muy elásticos, radican los mecanismos fundamentales con que cuenta el organismo para inspirar aire, del cual extrae el oxígeno que oxigena el sistema sanguíneo arterial y para extraer el dióxido de carbono contenido en el sistema venoso. Los pulmones están formados por varios lóbulos de superficies lisas y brillantes, tres en el pulmón derecho y dos en el izquierdo, Cada pulmón posee una cubierta serosa externa, una capa subserosa de tejido areolar y el parénquima. La cubierta serosa corresponde a la pleura visceral, es fina; el tejido areolar subseroso contiene gran número de fibras elásticas y reviste toda la superficie del órgano. El parénquima está constituido por lobulillos secundarios que se dividen en lobulillos primarios, cada uno de los cuales contiene vasos sanguíneos, linfáticos, nervios y conducto alveolar que se comunica con los espacios aéreos. La cantidad de aire que pueden exhalar los pulmones tras una inspiración máxima es de 3.700 cc por término medio. El pulmón tiene forma cónica y presenta un vértice, una base, tres bordes y dos caras o superficies. El vértice es redondeado y se extiende hacia la raíz del cuello, unos cuatro cm. por encima de la primera costilla. La base pulmonar es ancha y cóncava, reposa sobre la superficie convexa del diafragma y se desplaza con el mismo hacia arriba con la espiración y hacia abajo con la inspiración.


Las superficies pulmonares son parcialmente cóncavas y presentan una impresión cardiaca donde se aloja el corazón. Las arterias bronquiales aportan sangre con sustancias nutritivas para los pulmones y se originan en la cara anterior de la aorta torácica o en las arterias intercostales aórticas. La vena bronquial se forma en la raíz del pulmón. La mayoría de la sangre transportada por las arterias bronquiales es drenada por las venas pulmonares. Los límites del pulmón son su caja torácica que está formada: por detrás, por la columna vertebral; por los lados por las costillas y cartílagos intercostales; por delante, por las costillas, cartílagos y el esternón, y por abajo, por el diafragma. Esta caja torácica es la que vamos a manipular cuando nos encontremos con una parada cardiaca, un asfixiado o ambas cosas a la vez.

Todas esas notas anteriores debemos conocerlas para saber por que hacemos las cosas y cuando debemos hacerlas. No es necesario aprenderse al pie de la letra todo cuanto se ha dicho, solo interesa conocer el mecanismo del intercambio gaseoso, para actuar en consecuencia, porque se trata ni más ni menos de una vida humana que vamos a tratar de salvar.

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