La felicidad radica, ante todo, en la salud.
(George William Curtis)

La salud es la unidad que da valor a todos los ceros de la vida.
(Bernard Le Bouvier de Fontenelle)

No cambies la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.
(Benjamin Franklin)

La felicidad para mi consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertarme sin angustia.
(Françoise Sagan)

Tecnicas externas de reanimación respiratoria.

Es necesario recordar que en una situación de urgencia respiratoria se van a producir unos fenómenos patológicos que conducen a la muerte si el accidentado no es tratado precoz y eficazmente, que son los siguientes:

- Hipoxia, tensión reducida del oxígeno arterial que se caracteriza por cianosis, taquicardia, hipertensión, vasoconstricción periférica, vértigos y confusión mental.

- Hipercapnia, acumulación exagerada de óxido de carbono.

- Acidosis, incapacidad para oxidar las sustancias ácidas.

- Anoxia, disminución del oxígeno en sangre.

La eficacia de estas técnicas depende fundamentalmente del tiempo que haya pasado desde el momento del accidente hasta la llegada de la persona que va a tratarlo y de la habilidad y conocimientos de ésta.

Primer paso, colocación del paciente, limpieza de secreciones de la boca y nariz y eliminación de obstáculos como podrían ser: dentaduras postizas, ortodoncias, piezas dentales que se hayan fracturado, coágulos de sangre, caída de la lengua hacia atrás, regurgitaciones gástricas, secreciones pulmonares, etc., etc..

La obstrucción más frecuente de las vías respiratorias altas se produce en sujetos inconscientes, como consecuencia de la caída del maxilar inferior por relajación, que arrastra la base de la lengua hacia la hipofaringe, ocasionando una obstrucción mecánica de la glotis, y además, un adosamiento de la parte posterior de la lengua a la pared postero/inferior de la faringe, bloqueandola totalmente.

Para combatir este primer inconveniente existen varios procedimientos:

- Propulsión de la mandíbula (maniobra de Esmarch-Heiberg.

- Tracción de la lengua con un pañuelo.

- Colocación adecuada de la cabeza (ver figuras)




Las dos primeras maniobras creemos no necesitan de más comentarios. (Ver figuras).
La tercera puede ser objeto de dudas, pues algunos autores aconsejan el decúbito prono con cabeza rotada y más baja que el cuerpo, (Ver figs.) En tanto que otros consideran suficiente el decúbito supino (acostado de espaldas) con la cabeza rotada y también más baja que el cuerpo.
En nuestra opinión la posición de Arnaud es más recomendable, ya que permite una ventilación más fácil de realizar.

La colocación de un tubo de Mayo o Guedel, si se dispone de él, permite que la lengua permanezca en posición correcta, y en consecuencia se mantiene permeable la vía aérea.

Para suprimir la obstrucción producida por cuerpos sólidos o semisólidos, una vez colocado el paciente en la postura deseada, para nosotros decúbito lateral, se introduce en su boca los dedos índice y medio envueltos en un pañuelo, y arrastrar al exterior todo lo que encuentre dentro de la boca del accidentado: coágulos, restos de alimentos, prótesis dentales, etc., (Ver fig).

Antes de introducir los dedos en la boca debe colocarse un trozo de madera o un trozo de tela entre las arcadas dentarias, para evitar un posible mordisco cuando la inconsciencia no es extrema, en cuyo caso, además, la limpieza se hará con precaución, pues puede persistir el reflejo del vómito, y una introducción demasiado profunda de nuestros dedos puede provocarlo, agravando el problema, pues el accidentado puede aspirarlo y sobreañadirse a su cuadro un síndrome de Mendelsohn, neumonía química.

Cuando la obstrucción es baja, ya en el árbol traqueobronquial, los problemas pueden ser mayores, sobre todo en los momentos iniciales si no disponemos de ningún material auxiliar, hasta la llegada de una ambulancia o el médico, nuestra única posibilidad es recurrir al drenaje postural colocando al accidentado en posición de declive y ayudando a la espiración con percusiones y vibraciones efectuadas sobre la porción de la pared torácica que se corresponde con la zona del parénquima pulmonar ocupada por las secreciones o líquidos inhalados.

Esta maniobra no se puede realizar en traumatizados con fracturas costales o traumatizados craneales y de columna cervical, en los que las presiones sobre la pared torácica o la postura en declive aumentan el riesgo total del accidentado.

Métodos de ventilación artificial.-

Una vez eliminado el obstáculo que se oponían al paso del aire, debe comenzarse sin pérdida de tiempo la ventilación artificial del accidentado, por medio de los métodos siguientes:

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